miércoles, 28 de marzo de 2018

En estos casi doce años de trabajo con niños y adolescentes, he recibido los regalos más lindos e insólitos: mates, bombillas, tazas, lapiceras, agendas, perfumes, hasta un Nokia 1100 que nunca me dejó a pata. Definitivamente, con el atado de rabanitos que me regaló Nicole, luego de aprobar Inglés, inauguré una nueva etapa que podría llamar de transición.