lunes, 2 de mayo de 2011

Recuerdo un viaje a Bariloche. Era verano y el mar ardía. Yo aún era un niño. Recuerdo unos payasos en la plaza y un milenario alerce. Recuerdo las fotos con el perro. Recuerdo el baño del hotel. Recuerdo cómo se abrían los caminos al cerrar los ojos.