viernes, 5 de noviembre de 2010

Banderillero


Indagando en mis papeles de antaño, me encontré con esta planilla que utilizaba cuando laburaba de banderillero en el autodromo local. Recuerdo la adrenalina que tenía cuando los tipos pasaban en sus autitos. En lo único que pensaba era en la muerte: qué loco debe ser perder la vida por esto. Lo peor de todo era que, al laburar en negro, no había obra social ni nada por el estilo que me protegiera en caso de accidente. Alguna vez, tal vez, debería volver a escribir poemas con este tipo de cosas. Hacer de lo cotidiano algo más que una simple anécdota. Escribir como mis amados poetas chilenos. Eso debo hacer. No ser tan masoquista con la escritura. Sonreír y filmarme.